Encontramos millones de excusas diarias para no practicar yoga. Desde el famoso “no tengo tiempo” a mi favorito “no tengo flexibilidad”.
El ser humano dedica más tiempo a limitarse que a superarse, curioso ¿verdad?
El yoga fomenta la superación personal tanto física como mental, y cuando consigues introducirlo como un hábito más de tu vida diaria, ese sentimiento de superación puede llegar a introducirse como parte de tu nuevo Yo.
Atrévete a convertir tus limitaciones en fortalezas
La constancia en tu práctica creará una nueva perspectiva entre lo que crees que puedes y no puedes hacer. Derribará muchas de las limitaciones que había creado tu mente.
Las limitaciones físicas también se pueden derribar
Lesiones o dolores concretos se pueden prevenir con una práctica habitual de yoga se reducían enormemente. Pero, incluso cuando el “daño ya esta hecho” ciertas prácticas o asanas podrán ayudar en tu recuperación.
Los profesores están preparados para ayudarte a encontrar las variaciones pertinentes para cada postura y así, poder realizar tu práctica y fortalecerte ante lesiones como por ejemplo de rodilla o dolores constantes de espalda.
La idea de las clases de yoga es llegar a tu bienestar mientras maduras tu práctica y refuerzas tus músculos y tu mente.