Es un tipo de alimentación que busca el equilibrio entre el Yin y el Yang. La macrobiótica es una enseñanza cuyo fin es el entendimiento humano, fue creada por un japonés llamado George Ohsawa, que fue el que la dio a conocer en Europa. Ohsawa defendía que existía un principio universal a través del cual se puede entender el funcionamiento del mundo. Este principio es el que consigue el equilibrio y la complementariedad entre el Yin y el Yang, dos fuerzas diferentes pero que juntas forman un todo.

Ohsawa dice que el equilibrio perfecto de nuestro organismo es de cinco Yin por un Yan, esto es así porque en la parte Yin predomina el sodio y en la parte Yan el potasio; por lo que lo ideal sería una alimentación que respete esa proporción. Los alimentos Yin son los que debemos consumir por ser alimentos naturales, mientras que los alimentos Yang son los que debemos controlar como son la carne, café o huevos.

Este tipo de dieta tiene varios niveles, en concreto 10, que van desde el nivel – 3 hasta el nivel +7. En los primeros cinco niveles se eliminan alimentos de origen animal, convirtiéndose en una dieta exclusivamente vegetariana; los niveles del +3 al +7 son veganos y  en el nivel +7 se consume únicamente cereales.

En la alimentación macrobiótica el proceso por el cual nuestro organismo asimila los alimentos, es una descomposición que se hace antes de la digestión. Cada uno de los alimentos que ingerimos se descompone para extraer la molécula que irá directamente a la sangre, y que alimenta a las células. Por ello, el consumo o ingesta de alimentos que no cumplan con el equilibrio de Yin y Yan, suponen un sobreesfuerzo para nuestro sistema digestivo, lo que nos provoca fatiga y enfermedades.

Es por eso que en este tipo de alimentación los alimentos se clasifican en Yin o Yang y además existen diferentes técnicas para conseguir este equilibrio como es la cocción, maceración, adición de sal, etc. Además también es importante explicar que el consumo de ciertos alimentos provoca determinadas conductas como es agresividad, angustia, etc.

Los principios fundamentales de la macrobiótica

La macrobiótica defiende unos principios fundamentales que son:

  • Sólo se debe comer cuando realmente se tenga hambre y sólo lo necesario, es decir, evitar la gula y los excesos.
  • Alimentarnos de aquello que nos proporciona el medio.
  • Evitar la ingesta de alimentos extremadamente Yin.
  • Consumir alimentos lo menos manipulados posible, más si se trata de productos animales.
  • Masticar cada alimento de forma pausada y conscientemente.

Aplicando  el estudio del Yin y el Yang a la alimentación, podemos saber qué necesidades alimenticias tenemos en función de la actividad física que vayamos a desarrollar, por ejemplo, si vamos a realizar ejercicios que requieren mucha fuerza física necesitaremos comer alimentos diferentes que si vamos a hacer una ejercicio más sedentario; al igual que tampoco come lo mismo un bebe que un persona de 60 años.

Los cereales son uno de los alimentos claves en la macrobiótica, también vegetales y productos animales. La macrobiótica no es vegetariana, sino que se contempla el consumo de todo tipo de alimentos, pero siempre en su justa medida y atendiendo a las necesidades reales que tengamos de cada uno y en función del resultado que queramos obtener. Respecto de las verduras por ejemplo, si se introducen en un régimen vegano, se recomienda consumir preferentemente aquellas que crecen bajo tierra, ya que complementan mejor con los cereales.

En la cocina macrobiótica se utilizan una serie de alimentos considerados “específicos”, como son las algas, derivados de la soja como el miso, té verde…

En definitiva, como ya hemos dicho, la alimentación macrobiótica se basa en el equilibrio entre el Yin y el Yang

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