Un diario personal de yoga ayudará a llevar un registro sobre tus progresos, inquietudes, pensamientos y emociones que te produce la práctica. En definitiva, será un amigo que te enseñe tus debilidades, fortaleces y te anime a continuar y no rendirte. 

Emociones y nivel de energía

Cuando terminas cada clase de yoga se generan distintas emociones ¿Cómo te sentías antes de clase? ¿y después?¿y un mes después?

Encuentra conexiones. Quizás no lograste llegar a esa postura porque tu nivel anímico no era bueno. A lo mejor, estabas triste y con la práctica has conseguido ver la situación con otra perspectiva.

Las emociones afectan en gran medida a la mente, nivel de energía y cuerpo. Un registro de las mismas puede ayudarte a captar tus debilidades y tus fortalezas.

Posturas

Además de hacer un seguimiento de tus emociones, un diario de yoga te permitirá hacer un seguimiento de tus posturas de yoga.

En Ashtanga Yoga, que se sigue una secuencia fija, podrás ir apuntando en qué postura te has quedado, cual te cuesta más y añadir una cara sonriente el día que consigues tu objetivo y cambias de postura.

¿Hasta que postura has llegado hoy? ¿has mejorado la postura en la que te quedaste?

Será igualmente beneficioso para hacer un seguimiento de superación de los demás estilos de yoga con su variedad de posturas y beneficios.

El objetivo es superarte y comprenderte a ti mismo.

Posturas y sensaciones están relacionados

Cada persona es un mundo, y  posturas que pueden ser muy beneficiosas para una persona, para otras no lo son tanto.

Con este seguimiento, podrás identificar qué posturas o estiramientos funcionan mejor en tu cuerpo y cuáles afectan más o menos a tu estado de ánimo.

Beneficios

Te ayudará a ser constante en tu practica. Podrás preparar tus clases de yoga semanales con anterioridad. Sin duda, cuando algo esta escrito es más fácil cumplirlo.

Podrás crear y hacer un seguimiento de objetivos tanto a largo como a corto plazo  (te recomiendo que escribas de ambos). Es muy reconfortante leer sobre tus logros a corto plazo, y te acercará a objetivos mayores.

Ayuda a organizar el pensamiento. Para empezar a escribir se necesita pensar y después, escribir. Durante ese proceso, serás consciente de tus propios pensamientos.

En línea al punto anterior, favorece el autoconocimiento. Tendrás la oportunidad de conocerte realmente a ti mismo.

Escribir sobre sensaciones, emociones y sentimientos posee un poder terapéutico para la salud mental y física. 

Te ayudará a tomar mejores decisiones en el futuro.

Consejos para crear el hábito de escribir un diario de yoga:

Elige el formato. Puedes hacerlo a través de una app, anotaciones en un word o en una pequeña libreta, lo que prefieras. Sería beneficioso que apuntases las sensaciones nada más salir de clase para que sean lo más reales posibles.

Sé constante pero tampoco te presiones, se trata de construir un hábito agradable.

Una forma de hacerlo podría ser la siguiente:

  1. Escribe en la primera hoja los objetivos a largo plazo que quieras conseguir. Será una forma de tenerlos siempre presentes.
  2. Para hacer seguimientos semanales, escribe antes de empezar cada semana los día que pretendes hacer yoga esa semana y márcate pequeños semanales que quieras tener cumplidos el domingo.
  3. Dedica una hoja (o más) a cada día donde escribir, por un lado tus sensaciones y emociones antes y después de la práctica y un resumen de lo que destacarías a nivel físico.
  4. Haz seguimientos periódicos. 

Un diario, en definitiva, nos permitirá observar nuestro interior y aprender a juzgarnos de forma sana a nosotros mismos. Sacará lo mejor de ti.

¡Toma nota de cada clase de yoga y de cada sensación!